El origen de este plato es la salsa villaroy, una salsa derivada de la bechamel, pero más espesa.

Se cree que la salsa debe su nombre al marqués de Villeroy, un mariscal y aristócrata francés al servicio de Luis XIX durante la Guerra de Sucesión Española.

Fue una salsa muy popular en la cocina francesa del siglo XIX.

Los langostinos a la villaroy son una entrada que siempre tiene un gran éxito.

Son fáciles de comer, llenan bastante y gustan a todos.